Cuando el reloj marcaba las 20:30 hrs, el juez del partido, Diego Flores, daba por comienzo este encuentro entre Deportes Copiapó el local y la visita O’Higgins de Rancagua. En una noche en donde los primeros 45 minutos, solamente se vio un solo equipo que mostró hambre de ganar y este fue Deportes Copiapó, en donde un Iván Rozas se llevó los elogios, ya que este jugador fue el marcó la diferencia a los 28 minutos en un remate potente que bate al meta González, quien para muchos coincidirán, que, si no hubiese sido por él, el Capo se habría ido al descanso con más de un gol. Lamentablemente de O’Higgins que podemos decir de este primer tiempo… absolutamente nada, ya que como lo mencioné anteriormente, Ignacio González estuvo bien cuando pudo evitar los goles locales, muchas dudas que el técnico De Muner debía solucionar en el descanso, porque mostrado en los primeros 45 minutos, O’Higgins no mostró nada de juego.
Al comenzar la segunda parte, nos dejaron con la boca abierta, porque ni siquiera nos terminábamos de acomodar y Matías Marín con un zurdazo bate al meta Leyton y conseguía el empate transitorio y comenzábamos a soñar como siempre ilusionados con el triunfo, pero después siguió lo mismo, con la incorporación de Luna que comenzó a manejar los hilos del medio campo y con un centro de Castro y solamente Valladares empuja el balón y consigue el segundo para el León de Atacama, volvíamos nuevamente con los fantasmas y con más garra, fuerza y corazón, O’Higgins trataba llegar al arco rival, pero nada y ya cuando daban el tiempo de descuento, volvíamos a lo mismo derrotado y en lo personal, pensaba en aquellos hinchas que habían viajado a la tercera región y sin nada, pero como fue en los últimos 15 minutos salió un tiro de 25 metros de Fabián Hormazábal para gritar el gol del Capo y quizás celebrar este gol como si hubiésemos ganado la final del mundo, pero si, ganamos una copa de la ciudad, pero ese gol nos deja respirando tranquilidad para el retorno, porque en resumen, el técnico De Muner vuelve nuevamente a sembrar dudas, porque de trabajo y futbol, no mostró nada y como lo dije
anteriormente, solo con fuerza, ganas y corazón se pudo lograr este empate a dos.

Ahora O’Higgins o mejor dicho, Pablo De Muner, va a tener que replantear su trabajo, porque ya llevamos tres fechas sin ver a ese O’Higgins de las primeras dos fechas, que nos ilusionó e hizo ver mal sobre todo a Colo-Colo, ya que nuestro próximo rival de turno es Curicó Unido el sábado a las 18:00 hrs, que está demás que decir, que si no logramos un triunfo, volverá a sembrar dudas en la hinchada rancagüina.